Rollitos de canela

Esta receta es un poco laboriosa, no porque sea difícil, sino porque lleva levadura y hay que dejar reposar varias horas. Pero merece la pena... así no hay que bajar al Starbucks cada vez que nos entre antojo de cinnamon rolls!!!

Ingredientes

Para la masa:

4 teaspoons de levadura de panadería

1 cup leche entera

3/4 cup azúcar moreno

1 huevo batido

125 gr mantequilla a punto pomada

1 tablespoon jengibre en polvo

1 teaspoon sal

4 cups harina

Para el relleno:

1/2 cup azúcar moreno 

2 tablespoons canela

125 gr mantequilla a punto pomada

Para la cobertura:

1 huevo

1 tablespoon agua

Lo primero es hacer la masa. Para ello templamos la leche. La echamos en un bowl y le agregamos la levadura con una pizca del azúcar. Removemos bien unos 5 minutos hasta que salgan bastantes pompas. Luego añadimos el azúcar restante, el huevo, la mantequilla y el jengibre. Una vez está bien mezclado empezamos a añadir la harina, poco a poco y mezclando bien cada vez que añadimos. Si la echáramos toda de una vez nos costaría mucho mezclar.

Echamos la mezcla en una mesa enharinada y amasamos unos 5 minutos. Hacemos una bola la echamos en un bowl grande engrasado. Extendemos con las manos un poco de aceite de girasol sobre la masa para que no se seque y cubrimos el bowl con un paño limpio de cocina. Dejamos que doble durante aproximadamente una hora en un sitio templado.

Una vez pasado el tiempo, se saca la bola de masa y se parte en dos. Ahora, sobre una mesa enharinada, se amasa con el rodillo cada mitad. Nos tienen que quedar dos rectángulos  de aproximadamente 30x20 cm. 

Mezclamos en un plato el azúcar del relleno con la canela. Sobre el rectángulo se extiende la mantequilla y encima de ésta se echa la mezcla de azúcar y canela. Vamos enrollando el rectángulo hacia nosotros y nos quedará un rollo. Lo cortamos con un cuchillo de sierra en rodajas de 1 cm aproximadamente. Estas rodajas se ponen en una bandeja de horno cubierta con papel mantequilla y se dejan reposar otra hora cubiertas con un paño de cocina. Hacemos lo mismo con el otro rectángulo.

Una vez transcurrida la hora, con un pincel se pintan las rodajas con la mezcla de huevo batido y agua. Se meten en el horno precalentado a 200ºC durante 10 o 15 minutos. Al sacarlas se espolvorean con un poco de azúcar moreno y se dejan enfriar.

Estos rollitos están buenísimos para acompañar el café o el té.