Hoy es domingo y a lo mejor viene gente a casa a comer, así que he decidido hacer pollo asado porque es algo fácil y con lo que pueden comer varias personas.
La receta de hoy en sencillísima, pero se le puede dar un toque con las patatitas al orégano. Yo las suelo hacer con tomillo, pero de nuevo, lo de vivir en Lima tiene sus inconvenientes y el tomillo o el romero no abundan por aquí. Otro de los cambios que he hecho en la receta es el tipo de patata. Suelo usar patatitas pequeñas que hiervo con su piel y luego rehogo con aceite de oliva y las hierbas. Como hoy no tengo en casa ese tipo de patatas usaré de las grandes y luego las cortaré en trocitos.
Ingredientes para 4 personas
1 pollo de los medianos
5 dientes de ajo
4 patatas medianas
orégano seco o tomillo o romero
aceite de oliva
sal
pimienta
Lo primero de todo es precalentar el horno como a 200ºC. En mi horno de gas he usado temperatura media, pero otra vez, esto depende mucho del tipo de horno.
Se limpia el pollo y se le echa bien de sal, tanto por fuera como por dentro. Se pelan los dientes de ajo y se meten un par dentro del pollo y el resto se dejan en la fuente. Se rocía todo (dentro y fuera) con un buen chorretón de aceite y se mete al horno.
Particularmente yo prefiero que se haga a temperatura media y luego darle un toque de horno fuerte para que la costra quede crujiente, pero esto va a gustos. Respecto al tiempo también depende del tamaño del pollo y del tipo de horno, pero a temperatura media puede estar unas 3 horas. Lo importante es vigilarlo a ratos y si veis que se está dorando demasiado pronto bajad la temperatura y regadlo con un poquito más de aceite.
Mientras se hace el pollo podemos ir haciendo las patatas. Se ponen a hervir (sin quitarles la piel) con agua y sal durante unos veinte minutos. Para saber si están listas se pinchan con un cuchillo y se intenta levantar la patata, si el cuchillo sale fácilmente es que las patatas ya están cocidas.
Si las patatas fueran de las pequeñas las rehogaría con la piel, pero como son de las grandes las pelo y las corto en cubos más o menos del mismo tamaño. Se echa un poco de aceite en una sartén y se rehogan las patatas con el orégano, sal y pimienta a fuego medio-fuerte. No hay que tenerlas mucho tiempo al fuego ya que las patatas ya están cocidas, simplemente se trata de que cojan un poco de color dorado y se impregnen del aroma de las hierbas.
Una vez el pollo está listo, se sirve en porciones acompañado de las patatitas.
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